Dormir es una necesidad vital, tanto como el comer o el beber.

Es imprescindible para un funcionamiento correcto de nuestro cuerpo.

Por eso, debemos prestar especial atención  a todo lo referente al sueño, al descanso y las buenas prácticas que pongamos en marcha en ese sentido, ya que nos garantizarán un futuro saludable y de calidad.

Si aumentamos la calidad del descanso y del sueño, también aumentamos la calidad de vida. Para poder conseguir esto, necesitamos un entorno favorable al sueño y también un equipo de descanso adecuado a tal efecto.

Es de vital importancia reservar el dormitorio para dormir, evitando en la medida de lo posible destinarlo para otras actividades que no sean exclusivamente descansar. Por lo tanto debe quedar libre de interrupciones y ruidos estridentes, considerándolo como un lugar especial que nos aporte paz y tranquilidad.

Varios estudios realizados demuestran que el color en las paredes y ropa de cama también influyen en el descanso, recomendando utilizar colores pálidos que aporten tranquilidad, como la gama suave de azules, blancos, grises o rosas y huyendo de las tonalidades estridentes como rojos y negros.

Del mismo modo, en las sábanas y complementos tendríamos que evitar los dibujos geométricos y de colores estridentes.

En resumen; si queremos dormir realmente bien, debemos crear una atmósfera lo más cálida y agradable posible que invite a la quietud, el reposo y el descanso placentero.