Cuando los pequeños de la casa crecen empezamos a plantearnos el abandonar la cuna por una cama nueva. Algunos niños se tomarán el cambio de manera natural, mientras que a otros les costará un poco más aceptarlo.

Desde Mis Colchones, queremos ayudarte para facilitar esta transición con unos pequeños consejos:

1.  Un buen indicio para pasarle a la cama es que ya pueda ir al baño solo. Si sigue en la cuna, no podría levantarse por las noches de forma autónoma.

2.  Si le llama la atención dormir en una cama como los “mayores”, el momento habrá llegado.

3.  Si intenta escalar o saltar los barrotes, debemos cambiarle de inmediato ya que su seguridad puede peligrar. ¿Te imaginas que en uno de los intentos se cae? Es mejor evitar ese tipo de situaciones para seguridad de todos.

4. ¡Los niños crecen muy rápido! Si es demasiado grande y no cabe bien en la cuna, no debemos esperar para cambiarlo.

Ahora que tenemos claro el momento ideal para llevar a cabo este gran cambio en la vida de un niño, llega la parte más importante… ¡La elección del colchón!

Elegir un colchón siempre es un dilema. ¿Duro o Blando? Muchas veces, los adultos nos dejamos guiar por gustos y costumbres, pero, en el caso de un niño, debemos tener mucho cuidado a la hora de elegirlo. Los más pequeños necesitan un soporte firme para su columna en crecimiento pero que se adapte a la vez. Un niño no tiene el peso de un adulto, por eso es recomendable un colchón más suave. ¡Una buena cama ayudará a que le guste estar en su cama y no invadir la de sus padres!

La firmeza es tan importante como la comodidad ya que ambos elementos influyen en la calidad del sueño del niño. Otro punto importante es la transpirabilidad, el colchón no debe generar ni frío, ni calor.

¡Ya estás preparado! Ahora es tu turno para poner todos nuestros consejos en práctica… ¡Suerte y paciencia con el cambio! ¡Déjate guiar por un experto o consúltanos por email, estaremos encantados de atenderte!